martes, 4 de octubre de 2016

Ficha Fernando Zambra

Referencia: 

Vygotsky, L. S. (1997). El defecto y la compensación. Obras Escogidas, V–Fundamentos de defectología, 41-58.


Síntesis y principales conclusiones:

El capítulo empieza presentando la idea de “supercompensación” como una relación de fuerza-debilidad/aptitudes-deficiencias. Este concepto es trabajado dentro de la teoría de la personalidad de Alder y que de acuerdo al autor sería una de las leyes fundamentales de la materia viva.
Para explicar el concepto el autor hace una analogía con las vacunas, ya que su mecanismo de acción es justamente a través de la exposición a la enfermedad surge un mayor estado de salud, una transformación de la debilidad en fuerza. Esta dinámica se repetiría a nivel de sujetos, ya que “El sentimiento o la conciencia de la minusvalía, que surge en el individuo a conciencia del defecto, es la valoración de su posición social y ésta se convierte en la principal fuerza motriz del desarrollo psíquico” (Vygotsky, 1997, p.43)
En la segunda parte del texto se dedica a analizar los vínculos de la supercompensación con la teoría de Marx, así como su relación con la teoría y práctica educativa. Esto se hace particularmente a través de  dos puntos: el carácter dialéctico de  teoría de Alder y la base social de la psicología de la personalidad.
Sobre el primer punto, la relación dialéctica se daría en tanto que un defecto/inadaptación trae consigo el estímulo de la supercompensación a través del sentimiento subjetivo de inferioridad. Respecto del segundo punto, la psicología de la personalidad rompe con el estatismo biológico del enfoque del carácter, ya que “lo que decide el destino de la personalidad en última instancia no es el defecto en sí, sino sus consecuencias sociales, su realización sociopsicológica” (Vygotsky, 1997, p.44-45), vinculando el desarrollo de la personalidad con una orientación final hacia el futuro.
De esta forma, la pedagogía psicológica individual sería la aplicación de estos principios en la medida que ayudan a comprender la relación entre desarrollo y educación infantiles, ya que la inadaptación infantil estaría dada la fuente de supercompensación
En la tercera parte del texto, se vislumbra las posibilidades que otorga a la pedagogía este enfoque, ya que al ser las deficiencias  vistas como oportunidades, no da derecho ni a etiquetar a un niño de anormal por tener una característica anormal, así como tampoco sería posible reducir la anormalidad de una personalidad a cierta características singulares como su única causa. También se ahonda en la interrupción/alteración de alguna función como objetivo para otras funciones que están orientadas hacia ese mismo punto; así se configura de acuerdo a Alder la línea “defecto-compensación” como la línea directriz del desarrollo del niño con defecto en alguna función u órgano. En este sentido, la plena validez social sería el punto final de la educación, ya que los procesos de supercompensación estarían dirigidos a la conquista de tal posición social.
La cuarta parte del texto se dedica a clarificar ciertas ideas en torno a la idea de supercompensación, tales como la probabilidad del fracaso de la supercompensación; la diferencia con la valoración positiva del sufrimiento católico (ya que la teoría resalta la superación más que el propio sufrimiento); la diferencia con la antigua teoría biológica en el sentido de que no se reemplaza una función en sí sino que las consecuencias y dificultades derivadas de tal ausencia.
Un punto un poco más extendido de esta cuarta parte relaciona la orientación al futuro en términos de vínculos condicionados que se generarían a raíz de acciones exteriores organizadas que dan cauce a la educación; la puesta de un obstáculo pondría en tensión el “reflejo del objetivo” y generaría esta adaptación para lograr el objetivo.

Finalmente se intenta dar una bajada un poco más concreta con la pedagogía en términos de que el aporte de esta teoría sería en torno a la evaluación de los logros pedagógicos, en relación a los objetivos propuestos: la posibilidad de plena validez social. También se hace un llamado a ser realistas en términos de las proporciones en torno a la magnitud de la adaptación y a los fondos compensatorios  disponibles tanto para niños normales como con defectos, que dependen mucho de sus circunstancias.

Breve comentario:

En general, si bien en texto busca darle una vuelta a la educación clásica de ese tiempo con este enfoque basado en la supercompensación, que permitiría una forma de ver la educación y a los sujetos que participan de forma distinta, particularmente desde el objetivo de la plena validez social, creo que hay que tener cuidado con los ánimos de un conocimiento universalizador y esencialista que impida no sólo una lectura contextualizada de la realidad, sino que también limite las formas de "lo posible" fuera de los esquemas propuestos. Por otro lado creo que se sobreestima la conquista de la posición social y se subestima el fracaso de la compensación y todo lo que esta conlleva. Sin embargo, probablemente estas son críticas posibles dado nuestro contexto y la distancia temporal entre la producción del texto y los desarrollos teóricos posteriores a los que nosotros tenemos acceso hoy.


Citas textuales:

“El sentimiento o la conciencia de la minusvalía, que surge en el individuo a conciencia del defecto, es la valoración de su posición social y ésta se convierte en la principal fuerza motriz del desarrollo psíquico” (Vygotsky, 1997, p.43)

“Lo que decide el destino de la personalidad en última instancia no es el defecto en sí, sino sus consecuencias sociales, su realización sociopsicológica” (Vygotsky, 1997, p.44-45)

“Importa que la educación se oriente hacia la plena validez social y la considere como un punto real y determinante, y no que se nutra de la idea de que el ciego está condenado a la minusvalía” (Vygotsky, 1997, p.54)


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