En esta línea es dónde el Simce juega un rol fundamental como herramienta de evaluación y estandarización, dónde se logra concretar las políticas de rendición de cuentas (con su pilar en la ideología neoliberal) en los distintos colegios del paìs.
Resulta evidente el escenario la desigualdad de condiciones en las que se mide a los distintos colegios, tomando en cuenta la profunda segregación de clases existente en la educación chilena, con sus respectivas implicancias en las trayectorias de los alumnos del sistema escolar.
Frente a este escenario, la campaña Alto al Simce ha estado intentando canalizar el descontento y la posibilidad de acción frente a estas políticas de experimentación neo liberal que ocurren en nuestro país.
Muchas posibilidades se sortearon, sin embargo creemos que la mas importante es la que se juega dentro de los propios territorios, aumentando el grado de conciencia y de las posibilidades de actuar colectivamente, lo cuál sin duda da mucho más piso y sustento a acciones de resistencia frente a la imposición de estas políticas.
Tal como se habló en la jornada, no sirve de nada coordinar acciones politicas desde un grupo en particular que dirija la ofensiva, aún no siendo estos quienes participen directamente del "boicot". La unidad y la coherencia de la acción política sólo se puede encontrar en la participación consciente de quienes efectivamente son sujetos y actores directos del sistema educativo, por lo que sólo hacerse parte de las discusiones en los propios espacios es la única forma de socializar las discusiones que se dan en espacios académicos a el resto de los actores sociales.
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