Referencia:
Muñoz Villa, M. L., López Cruz, M., &
Assaél, J. (2015). Concepciones docentes para responder a la diversidad: ¿Barreras
o recursos para la inclusión educativa?. Psicoperspectivas, 14(3), 68-79.
Síntesis
En Chile las
políticas de equidad educativa en términos de la respuesta del sistema escolar
a la diversidad de sus estudiantes, asumen esta última desde modelos biomédicos
y tomando las diferencias individuales como estáticas, dándose una dinámica de
compensación de déficits individuales.
Un ejemplo de
esto es el Decreto 170, puesto en marcha el 2010, y que abordaría la inclusión
desde una perspectiva de derechos pero con fuerte énfasis psico-médico con
diagnósticos y tratamientos pedagógicos individuales. A pesar de esto, el
decreto establece que los apoyos especializados deben realizarse dentro del
aula, haciendo coordinar y trabajar en conjunto a profesores de educación
diferencial con profesores de educación general, básica y media; esto en el
marco del Proyecto de Integración Escolar (PIE).
En la medida que
estas políticas están centradas en diagnósticos individuales, dan poca
relevancia a la transformación de la cultura escolar, a la vez que genera una
nueva relación entre los profesores de educación general y especial.
Este contexto
plantea la pregunta sobre las concepciones de la respuesta a la diversidad
delos profesores, de manera de lograr identificar y comprender los cambios
necesarios en las creencias y culturas escolares para promover transformaciones
hacia la inclusión
El marco de
referencia de la investigación plantea la importancia de la reflexividad y del
análisis crítico de las prácticas en aula a través del modelo del profesional
reflexivo de Schön (1987, en Muñoz et al., 2015). Luego revisa la evidencia en
torno a las distintas perspectivas que se refieren a las dificultades de los
niños en el sistema escolar.
Desde las
argumentaciones propuestas por Ainscow (2001, en Muñoz et al., 2015) y Coll y
Miras (2001, en Muñoz et al., 2015), se describe la perspectiva interaccionista;
esta pone de relieve el origen contextual de las dificultades educativas, y el
apoyo necesario para que todos los estudiantes aprendan. En esa línea se
plantea también el concepto de transformabilidad de la capacidad de aprender de
Hart et al. (2004, en Muñoz et al., 2015), que apuntaría en la misma dirección
que la perspectiva interaccionista.
Luego, desde Ainscow
(Ainscow, 1995; Echeita & Aiscow, 2011; en
Muñoz et al., 2015), se describe la perspectiva individual, que considera el aprendizaje como pasivo y delimitado
por el nivel intelectual del estudiante; aquí el profesor es experto en la
materia y responde a la diversidad homogeneizando a los estudiantes con
parámetros estandarizados.
Por otro lado, se
hace alusión a la necesidad de los docentes de una oferta de apoyo para
facilitar el aprendizaje en aula para todos, transformando la responsabilidad
individual en labor colectiva. Esto es denominado desde Ainscow et al. (2001,
en Muñoz et al., 2015) como “enfoque de la escuela total”.
Los autores
también describen, desde Norwich (2008, en Muñoz et al., 2015), una postura
dilemática en torno a inclusión que abordaría principalmente tres temas: la identificación
o no de ciertos grupos de alumnos, su localización en aulas comunes y la
definición de un currículo común o diferenciado para ciertos grupos. Estos
dilemas surgirían a raíz de valores como la equidad, la justicia, etc.
Así, las
barreras para una educación inclusiva surgen no sólo de la interacción entre
los estudiantes y su contexto, sino que también se pueden encontrar en las concepciones
y supuestos implícitos que los educadores aplican en la práctica. En este
contexto, resulta relevante el uso del lenguaje y cómo este articula dichas
concepciones y supuestos.
Respecto de la
metodología utilizada para la investigación, esta es de carácter cualitativo,
con el objetivo de comprender las concepciones sobre respuesta a la diversidad.
Se trabajó con entrevistas episódicas en una primera instancia con 12 duplas de
un profesor general y otro de educación especial, luego en una segunda
entrevista participaron todos quienes habían sido entrevistados para comentar
sus experiencias.
Los resultados
dieron cuenta de la presencia en los discursos docentes tanto de la perspectiva
individual, como la dilemática y la interactiva. Sin embargo estas perspectivas
no eran lineales en los discursos, encontrando distintas perspectivas en un
mismo discurso.
Con respecto a
la perspectiva individual, los resultados muestran lo impregnado de los
principios del modelo médico/rehabilitador, ubicando las intervenciones
docentes en este marco. El lenguaje peyorativo y/o coloquial también revela una
perspectiva centrada en el déficit. Esta perspectiva también da pie a que los
apoyos queden en manos de especialistas, y sólo cuando el estudiante está
nivelado es posible integrarlo al currículo general. Además, el trabajo
individualizado opera como una zona de seguridad ante la posibilidad de
cuestionamientos o crítica por parte de los pares. También la relación
interpersonal profesor-alumno se muestra como un factor de aprendizaje que es
responsabilidad personal de cada docente, eliminando la dimensión colectiva y
circunstancial de la pedagogía.
Respecto a la
perspectiva dilemática, esta podría ser explicada a raíz de las contradicciones
de la política de inclusión híbrida. Otro dilema guarda relación con el uso del
lenguaje para referirse a los alumnos, ya que aunque se destaquen sus
potencialidades y capacidades están obligados a utilizar etiquetas y
nomenclatura psico-médica. Por otra parte, el exceso de alumnos por curso y la
falta de tiempo para planificación de clases merman las posibilidades de un
trabajo en conjunto dentro del aula, debiendo decantar en las prácticas
individuales y sus consecuencias. La presión de las pruebas estandarizadas
también se presenta como un factor estructural y del sistema educativo que
obstaculiza el respeto a los ritmos de aprendizaje de los estudiantes.
A pesar del
predominio de las perspectivas descritas, en el discurso de los docentes se
valora las formas colectivas y activas de reducción de las barreras hacia la inclusión.
Esto implica particularmente pensar los apoyos para la participación de todos
en el aula, así como considerar el apoyo afectivo como un facilitador del
aprendizaje; para estos efectos se reconoce la necesidad de una responsabilidad
compartida de la comunidad escolar.
A modo de síntesis,
los autores dan cuenta de la predominancia de la perspectiva individual, esto
se explicaría en parte por la relevancia que la política educacional le otorga
a los diagnósticos para la asignación de recursos. Finalmente, la emergencia
discursiva de las perspectivas dilemática e interactiva, producto del
intercambio de episodios vividos por los docentes, da cuenta de la importancia
de la reflexión colectiva y crítica, hecho que agradecieron los mismos participantes.
Breve comentario personal
Creo que las conclusiones de
la investigación son bastante claras en dos puntos: en primera instancia, la
necesidad de considerar los límites estructurales a la labor docente; esto
particularmente en relación a la necesidad del diagnóstico/etiqueta para poder
acceder a la política de inclusión, y que se reduce fundamentalmente a ingresos
extra por niño. En segunda instancia, la investigación se configura como una
oportunidad de reflexión para los docentes, en este sentido los efectos de esta
reflexión ya afloran en los comentarios de quienes participaron; esto no sólo
da cuenta de la escasa posibilidad de reflexión colectiva, sino que también
permite dar cuenta de la exponencial capacidad de reformular los espacio
educativos a raíz del trabajo colectivo, considerando que la sola intervención
ya generó un cambio en las perspectivas de los docentes.
Citas
“El arraigo de este modelo (médico/rehabilitador)
se explica, en parte, por la relevancia que el Ministerio de Educación otorga a
los diagnósticos para la asignación de recursos. Esto obliga a tomar medidas en
la política y en las normativas que apunten a transformar esta mirada.” (Muñoz
et al., 2015, p.77)
“Es interesante resaltar que
los docentes, al analizar sus episodios protagónicos en los que se vieron enfrentados
a responder a la diversidad, construyen discursos heterogéneos en los cuales se
pueden encontrar no solo la perspectiva individual, sino también, aunque en
menor medida, la dilemática y la interactiva” (Muñoz et al., 2015, p.77)
“En la presente
investigación pudimos establecer que se pueden distinguir, en el discurso de
los mismos docentes, tanto la perspectiva individual, como la dilemática y la
interactiva. Las distintas perspectivas se diferencian respecto de los
supuestos básicos, en el lenguaje como discurso,
el trabajo colaborativo
entre docentes, las expectativas de los profesores respecto de sus alumnos, la
localización de los estudiantes para recibir los apoyos, la responsabilidad de
los apoyos para el aprendizaje, el apoyo afectivo del profesor a los alumnos y
el apoyo familiar al proceso de aprendizaje y participación de sus hijos.” (Muñoz
et al., 2015, p.76)
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